martes, 29 de junio de 2021

Semblanza del Doctor José Francisco Alcántara Rodríguez. (Segunda parte)

 

Construyendo el porvenir

Gracias a la ayuda de su amigo y entonces ministro de salud pública, el Dr. Ney Arias Lora, logra conseguir la plaza de director del hospital de la comunidad costera del Atlántico, Gaspar Hernández, que le funge de requisito legal de la pasantía médica.

Posterior a eso, de la mano de su muy admirado Dr. Vinicio Calventi, vivió y trabajó en la Maternidad la Altagracia como anestesista técnico al punto de que ese lugar fue su centro de votación hasta, por lo menos, el año 1986.

El 31 de diciembre del 1975, en víspera de año nuevo, se casa con Claudina Aquino Díaz (Noelia), quien fuera su compañera hasta el último día de su vida, y con quien procreó tres hijos: José Amadeo, Pablo Miguel, y Karla María.

Según la semblanza del Dr. Rafael Nazario Lora (además su hermano entrañable de siempre), luego de haber terminado la medicina, ambos doctores se inclinaban por la psiquiatría, “pero la realidad amarga de esa especialidad difuminó nuestras vocaciones”, nos cuenta el eminente cirujano puertoplateño.

Para aquel entonces, Fafán tenía la idea de radicarse en Santiago una vez obtuviera el excequatur, pero persuadido por su hermano, amigo y compueblano Gonzalo González Canahuate, termina optando por establecerse, finalmente, en Santo Domingo.

Una vez graduado de médico, gracias a una beca gestionada con el gobierno dominicano, y nuevamente con la ayuda del Dr. Ney Arias Lora, se marchó a Barcelona para formarse formalmente como anestesiólogo, especialidad que ejercería durante todo el resto de su vida profesional con gran devoción, esmero y dedicación.

A su llegada a Madrid, el Dr. Alcántara visitó al doctor Rafael Nazario Lora (Felo), quien fue su primer pie de amigo en el país ibérico, y más adelante aterrizó en Barcelona en donde recibió gran apoyo de su hermano de otro vientre e imberteño el Dr. Alberto Simón Helena. Tanto en Barcelona como en Imbert “Alberto le dio todo lo que pudo dar, su casa estuvo de par en par y cuando quiso entrar tuvo un plato en su mesa”.

Desde aquella época se gestaba la idea de hacer algún día lo que entonces se veía lejano en el tiempo, y también improbable; lo que luego llegaría a ser la estación de gasolina que finalmente se construyó en el cruce de Imbert hacia el año 1991, que funcionaría como brazo operativo de la empresa Laguna Prieta S.A.

Luego de haber sido una pieza clave en los necesarios trámites burocráticos para la construcción de la estación de gasolina, el Dr. Alberto Simón tuvo a bien invitar a Fafán a formar parte de los accionistas de esa empresa. En un primer momento, Fafán se sustraía a esa idea, pues había considerado que su gestión burocrática se limitaba a la hermandad que lo unía con Alberto, pero siendo persuadido por su esposa, Noelia, el Dr. Alcántara termina finalmente aceptando la propuesta, y convirtiéndose en accionista minoritario de esa empresa.

Posteriormente, Laguna Prieta S.R.L. fue disuelto, y la bomba vendida a otros accionistas que la operan hoy en día.

Continuará....

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