lunes, 23 de febrero de 2009

Aprendi...

Una de las cosas que he decidido hacer cada año de mi vida mientras tenga la salud y las posibilidades reales de hacerlo, es escalar el mas alto de los montes de la patria de Duarte y de toda la zona del caribe y el sub continente de America Central.
Y esta decisión, entre otras cosas, la fundamento en el hecho de que cada vez que he ido allí, adquiero, como por osmosis, tanto aprendizaje cual si estuviera en un verdadero templo de sabiduría.
Y como dicen que para muestra un botón, quiero expresar en estas líneas lo que aprendí en mi último periplo, por estas escarpadas montanas de Quisqueya.
Aprendí, que una meta por grande, enorme o imposible que parezca la única forma de hacerlo es dar el paso que corresponde en el momento y que luego de darlo solo el siguiente ha de sucederlo, y tras ese, una larga cadena de ellos que en ocasiones ha de parecer eterna.
Aprendí, que no hay virtud mas sublime que la paciencia y la perseverancia cuando se pretende alcanzar la quimera entrevista. Y que no importa quien llegue primero a la meta, cuando lo único importante es alcanzarla en cualquier momento.
Aprendí, que solo se logra el objetivo, si se la ha visto en los sueños, si ya se ha estado allí en la mente y en la imaginación, si se coloca la fe en una dimensión superior a la razón.

El limite del Internet

Recuerdo hace unos meses, mientras tomaba mi
cátedra de Mercadeo del programa de Maestría de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, que argumentaba con mi profesor Ray Víctor, que una información, que yo le mostraba en una presentación que él nos había ordenado, era buena y válida por haberla encontrado en Internet. Fue cuando, penosamente tarde, tuve que reflexionar sobre el hecho de que se trataba de la argumentación menos sostenible que en mi vida haya yo podido esgrimir, máxime, cuando este distinguido educador enfatizaba continuamente el hecho de que no todo lo que está en la red, es necesariamente cierto.

De hecho, la verdad está lejos de la popular expresión de que “En Internet está todo”, pues al menos, las informaciones verdaderamente relevantes, escasamente se encuentran en la red. Como hace siglos, los verdaderos grupos de interés continúan controlando las informaciones, fuentes esenciales del poder, de las que nosotros, el público general, no disponemos.

Es innegable, sin embargo, el avance en materia de comunicación que representa el Internet y cosas que antes eran impensables hoy están a un clic de distancia. Las facilidades en materia de intercambio de bienes en desuso, cómo posibilita páginas como eBay, la interacción social virtual de seres que como en mi generación, muchas personas habían estado aislados por años pero que ahora recobran sus contactos como lo posibilita esa maravillosa herramienta del Facebook, la fluidez de la comunicación, tramitación de documentos y la mensajería que hacen incomparablemente fácil las cuentas de e. mails. Y la factibilidad de que cualquier persona, como yo, exprese sus ideas a través de un blog con la consecuente posibilidad de que cualquier persona en el mundo la pueda recibir cuasi sin censura, hacen del Internet una herramienta fabulosa.

Aun así, es preciso resaltar las limitaciones del Internet. Y pienso que su debilidad más notable se hace evidente en el área afectiva. Es en este sentido en donde se hace más evidente que no es cierto lo que pomposamente anunciara aquel gurú de la administración Peter Drucker “las distancias no existen”, pues nada puede sustituir el calor humano que se brinda cuando se está hombro a hombro y cara a cara con la persona amada.

Los negocios no escapan a esta realidad, es cierto que existen muchos tipos de productos y servicios que por su carácter de masivos se hace difícil la comercialización personalizada, y vías de mayor alcance como la televisión, la radio y el Internet han de ser usadas para su promoción, pero aún en esas industrias, la necesidad de merchandisers, vendedores y otros empleados relacionados con el servicio al cliente ponen en evidencia la indiscutible necesidad del cara a cara. Ni hablar del caso en que se hacen negociaciones verdaderamente importantes que en la generalidad de los casos son el producto de largas horas de reuniones.

Como hemos visto, aun hay mucho de valor en los rudimentos de la humanidad en medio de este deslumbrante modernismo.

jueves, 12 de febrero de 2009

El hormigón y su incidencia en la vida diaria


La llamada piedra del siglo XX, y que sin duda alguna se convertirá en la del siglo XXI, es, sin temor a equivocarme, el material de construcción más versátil en el sentido amplio de la palabra. Y es ésta, entre otras virtudes del preciado bien, que lo hace merecedor de ser más tomado en cuenta en el ánimo del público no experto en la materia. En más formas de las que nos imaginamos, el hormigón, también conocido como concreto y a niveles más populares en la República Dominicana "Mezcla", interviene en nuestras vidas. Muchas de nuestras casas, edificios, puentes, además de algunas de nuestras carreteras, presas, y estructuras en general son hechas casi exclusivamente de este producto y en casi todas ellas, el mismo tiene participación al menos parcial en alguna de las formas en que el concreto se presenta.

En materia de Arquitectura, pocos materiales pueden ofrecer las ventajas del hormigón, pues en gran medida, la versatilidad que comentábamos que podía desplegar este material, adquiere su máxima expresión en este orden. El hecho de poderle dar con relativa facilidad casi cualquier forma imaginable a las estructuras hechas de concreto, amén de la variedad de aspectos que el mismo puede adquirir gracias a determinadas técnicas en ocasiones, o a determinados aditivos en otras, hace verdaderamente placentera la experiencia de los profesionales del espacio y la belleza. Algo que deberán tener bien presente todos aquellos que suenen en tener una casa muy a su estilo.

Lo curioso es que no sólo para quienes pretenden construcciones tan prohibitivas para las clases sociales medias y bajas es interesante el conocimiento general del hormigón. En este sentido, la belleza y la multiformidad del hormigón no son las únicas características que lo hacen deseable, pues se trata de uno de los materiales de construcción mas económicos que se conoce. También es útil, que este público, así como el de las clases sociales más altas, sepa que propiedades como la durabilidad puede ser manipulada en virtud de un diseño especializado tomando en cuenta las condiciones de agresión a la integridad del material a la que estará sometida a lo largo de su vida útil, pues si se pasa por alto este hecho su desconocimiento puede convertirse en un verdadero dolor de cabeza.

Hay otras características del hormigón que es conveniente que el público en general conozca, como la forma en que puede ser manipulado su comportamiento cuando aún está en estado fresco, el retraso o el aceleramiento de su reacción química que lo conduce al endurecimiento técnicamente conocido como fraguado, aquello que lo hace más o menos trabajable, más o menos permeable, más o menos resistente, entre otras cosas. Pero de éstos detalles platicaremos en una próxima entrega.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Agradecimientos de inauguracion.


Gracias al Doctor Juan Fuertes por Iluminarme en materia de la cibernetica.