lunes, 10 de marzo de 2014

Telexfree: ¿Oportunidad de Negocio o Esquema Ponzi?




¿Le gustaría un negocio en el cual por pocos minutos al día conectado en la red, y una pequeña inversión, reciba dividendos en donde el límite lo ha de definir usted? ¡Telexfree es su oportunidad!





Pero, un momento, ¿Por qué no dar una ojeadita a ver cómo funciona ese «modelo de negocio» antes de poner en riesgo una cantidad de dinero, por pequeña que parezca.

¡Um! Al husmear por internet me doy cuenta de que Telexfree ha sido una empresa acusada de operar según en el esquema Ponzi; ¿con qué se come eso?

Uno de los tantos esquemas de «compensación» de Telexfree operaba (hasta hace muy pocos días) de la siguiente manera: usted invertía mil cuatrocientos veinticinco dólares (USD 1,425.00), por lo cual, semanalmente, usted iba a recibir la jugosa suma de cien dólares (USD 100.00) semana tras semana, durante un año. ¡Simple!

En el esquema antes planteado, resulta obvio que, en poco más de catorce semanas, el «inversionista» recuperaría su inversión, y el dinero que se recibiera en el resto de las semanas del año ―más de treinta y siete―   serían ganancias netas para él. Si se ponen en blanco y negro los números expresados en el párrafo anterior, y se les agrega el pequeño detalle de que el «inversionista» debía comprar uno de los productos que esta empresa vende por un valor neto de cinco dólares (USD 5.00), todos los meses, tendríamos que el susodicho terminaba recuperando, al final del año, cinco mil ciento cuarenta dólares (USD 5,140.00) con una inversión de apenas mil cuatrocientos veinticinco dólares (USD 1,425.00) ―señalada en el párrafo anterior―. 

Según eso, el inversionista estaría recibiendo una tasa interna de retorno (cálculo subestimado) de más de 260 %. No hay ninguna inversión sobre la faz de la tierra (sobre todo cuando se habla de capitales enormes) capaz de generar tales beneficios.

Ahora bien, cuando digo que el cálculo de la tasa interna de retorno que presento en el párrafo anterior está subestimada es porque ese cálculo asume que el dinero (USD 5,140.00) retorna, todo junto, al final del período (un año), pero en realidad va llegando a medida que van pasando las semanas, lo que supone una TIR aun mayor; por otro lado, en el esquema de Telexfree existen otras formas de compensación tendente a estimular la búsqueda de nuevos «inversionistas» las cuales harían que el retorno sobre la inversión sea todavía mayor.

Sin embargo, mantengamos el número conservador de 260 % de retorno sobre la inversión, al año. ¿A qué tasa (velocidad) deben entrar nuevos «inversionistas» para que la «empresa» pueda seguir honrando los compromisos de los inversionistas anteriores? Digamos que usted es la primera persona que entra al «negocio» y decide invertir los USD 1,425.00 que son requeridos, resulta claro que si a la vuelta de catorce semanas usted no ha buscado a alguien más para que forme parte del negocio ya no habrá dinero para pagarle a usted. Pero digamos que es usted lo suficientemente «labioso» como para asegurarse de que, justo en el momento en que termina ese período, usted consigue a otra persona; inevitablemente se verá tentado a pensar de que dispone de catorce semanas más para captar su próxima víctima; pero, un momento, los USD 1,425.00 que esa persona acaba de invertir ahora hay que usarlo para pagar los compromisos que la «empresa» tiene con dos personas, no con una ―él y usted―; consecuentemente, ahora, a las siete semanas tiene que haber otra víctima para poder seguir sosteniendo el sistema. Y así, se va acelerando la necesidad de buscar a más personas.

Por término medio, deberá haber un crecimiento anual de 2.6 personas nuevas (a final de año) por cada persona que haya estado en el negocio al inicio del mismo.

Durante el último año, las búsquedas a través de Google de Telexfree, en República Dominicana, se ha multiplicado por más de 100, un número mucho mayor que el «modesto» 2.6 que se necesita para equilibrar los ingresos y los gastos. No es un indicador preciso, pero puede inferirse que las gráficas que muestren el incremento de búsquedas, en ese motor cibernético, son proporcionales al incremento de «inversionistas» que tiene Telexfree, en república Dominicana.

Ese vertiginoso crecimiento de adeptos que ha tenido Telexfree en el país, es la explicación probable de por qué esta «empresa» ―«desafiando la gravedad»― se mantiene operando en nuestro país a más de cinco meses después de que Nuria Piera, Hiddekel Morrison, Alejandro Fernández, entre otros, hayan advertido del carácter de fraude de este modo de operación.

Ahora bien, siendo que yo no soy pionero en este tipo de análisis, y que entiendo que resulta fácil de entender lo que en este artículo he expuesto, ¿qué explica ese impresionante crecimiento de adeptos que «Telexfree» está teniendo en el país? Claro está, el deseo de ganar dinero fácil y rápido que caracteriza a esta generación. ¿Quién no querría?

Pero se necesita un anzuelo adicional para que no parezca obvio lo que se ha venido presentando: en primer lugar, el hecho de honrar el compromiso de las primeras personas que han entrado al sistema es suficiente atractivo para que yo decida correr el riesgo: me quedo cavilando en mi duda, puede ser, puede no ser; Pedro, que no me va a mentir porque crecimos juntos, lo está recibiendo.

En segundo lugar, Telexfree exige a sus «promotores» que para recibir el dinero prometido, deben invertir unos cinco minutos cada día colgando unos anuncios en la web, a través de un sistema que ellos han desarrollado, para promover su sistema de llamada sobre VoIP. Lo ven, en realidad se trata de una «empresa legítima» que simplemente paga a sus asociados por un «trabajo»; pero, un momento, surgen algunas interrogantes sobre este hecho…

¿Por qué no haber desarrollado un «robot» cibernético que se ocupara de forma más automatizadas de realizar esta tarea?, ¿Por qué no crear un call center en donde, por un precio infinitamente más bajo, personas pudieran hacer esa tarea? ¿Por qué es necesario hacer una inversión inicial si la empresa asegura beneficiarse de los anuncios que se cuelgan en la red?, ¿no sería rentable, entonces, pagarle a personas que cuelguen los anuncios ―sin necesidad de la inversión inicial―, aunque sea un monto menor que a los que hacen tales inversiones?

O bien, ¿a cuántas personas conoce usted que está desarrollando el esquema de Telexfree?, y, al mismo tiempo, ¿a cuántas personas conoce usted que haya adquirido los servicios de Telexfree sin estar involucrado como promotor?, ¿no le parece extraña esa disparidad?

Por otro lado, el servicio que ofrece Telexfree de tele-llamada sobre VoIP  es extremadamente caro en comparación con otros competidores que en algunos casos lo ofrecen de forma gratuita, según el caso. ¿Quién se interesaría en adquirir un servicio más caro pudiendo conseguirlo más barato? Creo que resulta evidente que lo único que alimenta la bola de nieve son los nuevos «inversionistas».

Y finalmente, ¿A quién reclamará usted, si finalmente resultase estafado, si la mísmísima Nuria Piera no pudo conseguir a los representantes de esa «empresa» a nivel internacional?

Con razón, en Brasil se han suspendido las operaciones, así como la policía británica ha advertido a la población sobre la posible estafa a la que estaría siendo sometida. En Estados Unidos, por su parte, se investiga sobre esta organización.

Curiosamente, en los últimos días ha habido un cambio en el esquema de compensaciones de esa empresa, distinto al que describí en los primeros párrafos de este artículo, el nuevo esquema reduce la cantidad de dinero necesaria para incursionar en el negocio, obliga a comprar más tarjetas por mes (pasa de una a cinco) y premia, más que antes, la consecución de nuevos «prospectos» dispuestos a «invertir» en Telexfree.

Por un lado, el nuevo giro parecería buscar legitimar sus operaciones: cada vez que un «asociado» de Telexfree compra una tarjeta paga por ella cincuenta dólares (el precio al que se ofrece en el mercado), pero retorna, por otra vía, cuarenta y cinco dólares; para el «asociado», se terminan pagando cinco dólares, pero ¿cómo sabemos si para fines de presentarlo a las autoridades se presenta como ventas de cincuenta dólares, y así parecer que Telexfree realmente es rentable (ahora que pasa de una a cinco la cantidad de tarjetas que cada «asociado» va a comprar)?

Por el otro lado, este cambio parece buscar acelerar la consecución de nuevos «prospectos» a través de incrementar el premio a quien consiga a alguien más, en perjuicio de la pasividad que implicaría estar sentado simplemente recibiendo el beneficio que se deriva de haber hecho la inversión inicial y colgar algunos anuncios por internet, en apenas cinco minutos al día.

A pesar de que las búsquedas en Google a nivel nacional parecen indicar que la ganancia de adeptos en República Dominicana está en franco crecimiento, el mismo indicador, a nivel internacional, indica que el negocio empieza a decrecer, lo cual haría ipso facto la desaparición de todo el esquema (Para sostener el sistema lo importante es lo que ocurre a nivel mundial, no lo que ocurra en un pequeño país). Es difícil establecer con total certidumbre tal correlación (Google Trend-adeptos), pero una cosa sí es segura: Cuesta mucho trabajo conseguir dinero, ¡cuídelo de los estafadores!