¿Le gustaría un negocio en
el cual por pocos minutos al día conectado en la red, y una pequeña inversión,
reciba dividendos en donde el límite lo ha de definir usted? ¡Telexfree es su
oportunidad!
Pero, un momento, ¿Por qué no dar una ojeadita a ver cómo funciona ese «modelo de negocio» antes de poner en riesgo una cantidad de dinero, por pequeña que parezca.
¡Um! Al husmear por
internet me doy cuenta de que Telexfree ha sido una empresa acusada de operar
según en el esquema Ponzi; ¿con qué se come eso?
Uno de los tantos esquemas
de «compensación» de Telexfree operaba (hasta hace muy pocos días) de la siguiente manera: usted invertía mil cuatrocientos veinticinco dólares (USD
1,425.00), por lo cual, semanalmente, usted iba a recibir la jugosa suma de
cien dólares (USD 100.00) semana tras semana, durante un año. ¡Simple!
En el esquema antes
planteado, resulta obvio que, en poco más de catorce semanas, el «inversionista»
recuperaría su inversión, y el dinero que se recibiera en el resto de las
semanas del año ―más de treinta y siete― serían ganancias
netas para él. Si se ponen en blanco y negro los números expresados en el
párrafo anterior, y se les agrega el pequeño detalle de que el «inversionista» debía
comprar uno de los productos que esta empresa vende por un valor neto de cinco
dólares (USD 5.00), todos los meses, tendríamos que el susodicho terminaba
recuperando, al final del año, cinco mil ciento cuarenta dólares (USD 5,140.00)
con una inversión de apenas mil cuatrocientos veinticinco dólares (USD 1,425.00)
―señalada en el párrafo anterior―.
Según eso, el inversionista estaría
recibiendo una tasa interna de retorno (cálculo subestimado) de más de 260 %. No hay ninguna inversión sobre la faz de la
tierra (sobre todo cuando se habla de capitales enormes) capaz de generar tales
beneficios.
Ahora bien, cuando digo
que el cálculo de la tasa interna de retorno que presento en el párrafo
anterior está subestimada es porque ese cálculo asume que el dinero (USD 5,140.00)
retorna, todo junto, al final del período (un año), pero en realidad va
llegando a medida que van pasando las semanas, lo que supone una TIR aun mayor;
por otro lado, en el esquema de Telexfree existen otras formas de compensación
tendente a estimular la búsqueda de nuevos «inversionistas» las cuales harían
que el retorno sobre la inversión sea todavía mayor.
Sin embargo, mantengamos
el número conservador de 260 % de retorno sobre la inversión, al año. ¿A qué
tasa (velocidad) deben entrar nuevos «inversionistas» para que la «empresa»
pueda seguir honrando los compromisos de los inversionistas anteriores? Digamos
que usted es la primera persona que entra al «negocio» y decide invertir los
USD 1,425.00 que son requeridos, resulta claro que si a la vuelta de catorce
semanas usted no ha buscado a alguien más para que forme parte del negocio ya
no habrá dinero para pagarle a usted. Pero digamos que es usted lo
suficientemente «labioso» como para asegurarse de que, justo en el momento en
que termina ese período, usted consigue a otra persona; inevitablemente se verá
tentado a pensar de que dispone de catorce semanas más para captar su próxima
víctima; pero, un momento, los USD 1,425.00 que esa persona acaba de invertir
ahora hay que usarlo para pagar los compromisos que la «empresa» tiene con dos
personas, no con una ―él y usted―; consecuentemente, ahora, a las siete semanas
tiene que haber otra víctima para poder seguir sosteniendo el sistema. Y así,
se va acelerando la necesidad de buscar a más personas.
Por término medio, deberá
haber un crecimiento anual de 2.6 personas nuevas (a final de año) por cada
persona que haya estado en el negocio al inicio del mismo.
Durante el último año, las
búsquedas a través de Google de Telexfree, en República Dominicana, se ha
multiplicado por más de 100, un número mucho mayor que el «modesto» 2.6 que se
necesita para equilibrar los ingresos y los gastos. No es un indicador preciso,
pero puede inferirse que las gráficas que muestren el incremento de búsquedas,
en ese motor cibernético, son proporcionales al incremento de «inversionistas»
que tiene Telexfree, en república Dominicana.
Ese vertiginoso crecimiento
de adeptos que ha tenido Telexfree en el país, es la explicación probable de
por qué esta «empresa» ―«desafiando la gravedad»― se mantiene operando en
nuestro país a más de cinco meses después de que Nuria Piera, Hiddekel
Morrison, Alejandro Fernández, entre otros, hayan advertido del carácter de
fraude de este modo de operación.
Ahora bien, siendo que yo
no soy pionero en este tipo de análisis, y que entiendo que resulta fácil de
entender lo que en este artículo he expuesto, ¿qué explica ese impresionante crecimiento
de adeptos que «Telexfree» está teniendo en el país? Claro está, el deseo de
ganar dinero fácil y rápido que caracteriza a esta generación. ¿Quién no
querría?
Pero se necesita un
anzuelo adicional para que no parezca obvio lo que se ha venido presentando: en
primer lugar, el hecho de honrar el compromiso de las primeras personas que han
entrado al sistema es suficiente atractivo para que yo decida correr el riesgo:
me quedo cavilando en mi duda, puede ser, puede no ser; Pedro, que no me va a
mentir porque crecimos juntos, lo está recibiendo.
En segundo lugar, Telexfree
exige a sus «promotores» que para recibir el dinero prometido, deben invertir
unos cinco minutos cada día colgando unos anuncios en la web, a través de un
sistema que ellos han desarrollado, para promover su sistema de llamada sobre
VoIP. Lo ven, en realidad se trata de una «empresa legítima» que simplemente
paga a sus asociados por un «trabajo»; pero, un momento, surgen algunas
interrogantes sobre este hecho…
¿Por qué no haber
desarrollado un «robot» cibernético que se ocupara de forma más automatizadas
de realizar esta tarea?, ¿Por qué no crear un call center en donde, por un precio infinitamente más bajo,
personas pudieran hacer esa tarea? ¿Por qué es necesario hacer una inversión
inicial si la empresa asegura beneficiarse de los anuncios que se cuelgan en la
red?, ¿no sería rentable, entonces, pagarle a personas que cuelguen los anuncios
―sin necesidad de la inversión inicial―, aunque sea un monto menor que a los
que hacen tales inversiones?
O bien, ¿a cuántas
personas conoce usted que está desarrollando el esquema de Telexfree?, y, al
mismo tiempo, ¿a cuántas personas conoce usted que haya adquirido los servicios
de Telexfree sin estar involucrado como promotor?, ¿no le parece extraña esa
disparidad?
Por otro lado, el servicio
que ofrece Telexfree de tele-llamada sobre VoIP es extremadamente caro en comparación con
otros competidores que en algunos casos lo ofrecen de forma gratuita, según el
caso. ¿Quién se interesaría en adquirir un servicio más caro pudiendo
conseguirlo más barato? Creo que resulta evidente que lo único que alimenta la
bola de nieve son los nuevos «inversionistas».
Y finalmente, ¿A quién
reclamará usted, si finalmente resultase estafado, si la mísmísima Nuria Piera
no pudo conseguir a los representantes de esa «empresa» a nivel internacional?
Con razón, en Brasil se han
suspendido las operaciones, así como la policía británica ha advertido a la
población sobre la posible estafa a la que estaría siendo sometida. En Estados
Unidos, por su parte, se investiga sobre esta organización.
Curiosamente, en los
últimos días ha habido un cambio en el esquema de compensaciones de esa
empresa, distinto al que describí en los primeros párrafos de este artículo, el
nuevo esquema reduce la cantidad de dinero necesaria para incursionar en el
negocio, obliga a comprar más tarjetas por mes (pasa de una a
cinco) y premia, más que antes, la consecución de nuevos «prospectos»
dispuestos a «invertir» en Telexfree.
Por un lado, el nuevo giro
parecería buscar legitimar sus operaciones: cada vez que un «asociado» de
Telexfree compra una tarjeta paga por ella cincuenta dólares (el precio al que
se ofrece en el mercado), pero retorna, por otra vía, cuarenta y cinco dólares; para el
«asociado», se terminan pagando cinco dólares, pero ¿cómo sabemos si para fines
de presentarlo a las autoridades se presenta como ventas de cincuenta dólares,
y así parecer que Telexfree realmente es rentable (ahora que pasa de una a
cinco la cantidad de tarjetas que cada «asociado» va a comprar)?
Por el otro lado, este
cambio parece buscar acelerar la consecución de nuevos «prospectos» a través de
incrementar el premio a quien consiga a alguien más, en perjuicio de la
pasividad que implicaría estar sentado simplemente recibiendo el beneficio que
se deriva de haber hecho la inversión inicial y colgar algunos anuncios por
internet, en apenas cinco minutos al día.
A pesar de que las
búsquedas en Google a nivel nacional parecen indicar que la ganancia de adeptos en República Dominicana está en franco
crecimiento, el mismo indicador, a nivel internacional, indica que el negocio
empieza a decrecer, lo cual haría ipso facto
la desaparición de todo el esquema (Para sostener el sistema lo importante es
lo que ocurre a nivel mundial, no lo que ocurra en un pequeño país). Es difícil
establecer con total certidumbre tal correlación (Google Trend-adeptos), pero una cosa sí es segura:
Cuesta mucho trabajo conseguir dinero, ¡cuídelo de los estafadores!
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